El técnico dejó su cargo en el Xeneize un día después de perder la final de la Copa Libertadores ante Fluminense.
JORGE ALMIRÓN detonó la bomba este domingo por la noche en Boca: el entrenador renunció a su cargo el día después de la derrota 2-1 ante Fluminense por la final de la Copa Libertadores en el Maracaná de Río de Janeiro.
Según trascendió en las últimas horas las decisiones del técnico en materia de planteo y cambios en el desarrollo del partido generaron rispideces en el vínculo con el plantel.
Hubo reproches, claro, pero uno fue a la vista de todos. A falta de siete minutos para el final del partido, ya en el alargue, Almirón tomó una extraña decisión: puso al central paraguayo Bruno Valdez en reemplazo de Nicolás Figal, en ese momento amonestado pero único sostén hacia adelante del equipo. Figal exhibió su enojo ante las cámaras mientras se dirigía al banco de suplentes. “No lo puedo creer”, parecía decir.
El fastidio del marcador central fue en público, pero hubo otros jugadores disconformes con ciertas decisiones del entrenador, según contó TyC Sports.
Después de algunos cruces en el vestuario, entonces, Almirón tomó la determinación de ponerle fin al ciclo en el Xeneize y todo indica que se despedirá del plantel este lunes en la vuelta a los entrenamientos.
Hubo un cónclave de corta extensión entre los jugadores, el propio Almirón y el vicepresidente Juan Román Riquelme, pero luego de esa conversación el DT le comunicó al máximo ídolo del club, ya en Boca Predio este domingo por la noche, que se iría de Boca.
Su lugar lo ocupará de manera interina Mariano Herrón, el técnico de la Reserva, quien ya había ocupado el puesto tras la salida de Hugo Benjamín Ibarra y hasta había dirigido en el debut en esta edición de la Copa Libertadores.