Fuerte editorial de Mario Capello, quien fue subsecretario de Desarrollo Minero durante el gobierno de Mauricio Macri. También fue diputado nacional y lideró el equipo que elaboró la propuesta técnica del sector minero de la ex candidata presidencial Patricia Bullrich.
Las recientes declaraciones del gobernador de la provincia de Chubut y las solidaridades que lo acompañaron en modo automático pueden interpretarse también de este modo: con la mía, no. Claro, pero vale una pequeñísima aclaración: la mía es la de todos los argentinos. Y contra eso no hay ideologías, coincidieron hasta con Axel Kicillof en que los más humildes también paguen las fiestas y las irresponsabilidades de la política.
Una provincia bendecida por la naturaleza, con mar, cordillera, paisajes que llaman a visitarlos, petróla leo en abundancia, industrias como Aluar y una enorme riqueza mineral; en medio de comprensibles comodidades, creyó posible vivir de endeudamientos, e ideologizada, sacrificó una de sus cinco comarcas, la más extensa, la de la Meseta Central.
Si somos capaces de despejar las polvaredas discursivas de los dirigentes políticos, podremos visualizar la verdadera razón de las actuales dificultades financieras. Del desbarranco del país del que nadie se quiere hacer cargo. Pero en este caso hay un plus.
Chubut no explica todavía las razones por las que condenó a los habitantes de su Comarca de la Meseta a vivir encarcelados por la pobreza. Prohibió con una ley absurda, la 5001, indefendible desde la ciencia y verdad, producir plata, oro, uranio y otros minerales valiosos, comenzando un camino de desarrollo económico y bienestar social para sus sentenciados habitantes.
De crecimiento para toda la provincia.
Pongamos números a lo que afirmamos. Un solo proyecto minero que el populismo militante mandó a archivos de la Legislatura, Navidad, el yacimiento de plata más grande del mundo sin desarrollar, ya debería estar en operación. Hubiesen sido 2 años de construcción con una inversión por US$921 millones en un territorio políticamente abandonado. Estaría hoy en producción aportando unos US$400 millones anuales por exportaciones. Unos US$6800 millones durante los 17 años inicialmente proyectados.
Esa meseta conscientemente olvidada, que ya perdió la mitad de sus habitantes desde aquel Censo de 1947, tiene también importantes depósitos en mineral de uranio en los yacimientos de Cerro Solo, Meseta Central, Laguna Colorada y Laguna Salada. Su demanda acaba de disparar el precio, tras el objetivo de duplicar las energías limpias desde reactores nucleares para 2050.
También el oro y otros minerales valiosos que la exploración alumbrará como reservas se sumarán a un inmenso territorio donde más inversiones, en este caso parques eólicos, apuntalarán a una industria minera sustentable sin emisiones de gases de efecto invernadero.
Comparemos estos números de aportes concretos a la economía chubutense con su propia deuda. De ellos no habla una dirigencia cómplice en no poder tenerlos a disposición de los habitantes de la provincia y sus finanzas. Solo aturden con plata de una deuda que contrajeron y no quieren enfrentar. Total, en la Argentina para todo pone la plata el Estado.
Como si el Estado no fuéramos todos, pretenden que la pobreza siga aumentando, haciendo que también paguen los que menos tienen cuando compran leche, carne o azúcar para sus hijos. Desentendidos, tratan de no hacerse cargo de una fiesta en erogaciones corrientes que disfrutaron, pidiendo que la paguemos todos los argentinos.
El autor fue subsecretario de Minería