En el mercado descuentan que habrá una devaluación del dólar oficial. Cuál es el plan secreto del Gobierno para después de las elecciones.
El temor del mercado sobre una devaluación que podía llegar a venir luego de las elecciones presidenciales ya se disipó por completo.
Ahora, la nueva fecha que miran es el 20N, el lunes después del balotaje que se hará el domingo 19 de noviembre, y las preguntas pasan a ser de cuánto puede llegar a ser la devaluación del dólar oficial.
En el mercado de futuros de Matba Rofex apuestan que no habrá demasiados cambios, ya que el contrato para fin de noviembre se negocia a $ 393,50, muy por debajo de los $ 631 para fin de diciembre y los $ 740 de fin de enero de 2024.
“El problema es que no está la soja, y entonces no hay exportaciones pendientes de ser liquidadas, ya que no se trata de un año normal por la sequía”, revelan altas fuentes del Gobierno.
Crawling peg
La idea que barajan en el Palacio de Hacienda es volver al crawling peg del 3% mensual, como adelantó el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, de acuerdo con lo pactado con el Fondo Monetario Internacional.
Para muchos, ese 3% de crawling parece poco ante una inflación que será mucho más alta. Dicen que debería calibrarse de acuerdo al alza de precios. El cálculo que hacen en el equipo económico es que un dólar financiero entre $ 850 y $ 900 alentaría la liquidación, pero menos que eso no, siempre manteniendo el dólar mayorista en $ 350 hasta la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Dólar de pánico
El contado con liquidación en $ 1100 consideran en el Gobierno que había sido un dólar de pánico previo a las elecciones, y que luego del balotaje volverá el crawling peg, ya que no tiene sentido una devaluación brusca que luego se vaya a precios, como ocurrió después de las PASO.
En el quinto piso del Ministerio de Economía sostienen que, con una devaluación brusca, la brecha puede volver a correrse y no entrarán dólares si devalúan fuerte devuelta, ni tampoco podrán liberar el cepo, por lo que no le ven sentido, ya que provocaría una disparada en los índices inflacionarios, como ocurrió después de las PASO.
Sin soja
“El problema es que no está la soja, y entonces no hay exportaciones pendientes de ser liquidadas, ya que no se trata de un año normal por la sequía”, revelan altas fuentes del Gobierno.
En Delphos Investment van en la misma línea: “Un potencial gobierno de Massa es tal vez el escenario menos evaluado en la previa a las elecciones generales, poniendo ahora sobre el tapete las potenciales medidas necesarias para que el mismo Massa salga del laberinto que creó en los últimos meses de campaña electoral frenética. Creemos que sería el gobierno más gradualista de todos, buscando salir del laberinto actual de la manera menos abrupta posible”.
“Aún con un ajuste inevitable del tipo de cambio oficial la brecha se mantendría alta (en torno al 100%) por la perspectiva de continuidad del cepo, lo que seguirá complicando la acumulación de reservas. El desdoblamiento cambiario tímidamente iniciado meses atrás podría profundizarse. Massa apelaría a salir de las inconsistencias actuales de manera gradual, apuntando a los dólares de la cosecha”, prevén.
Por Mariano Gorodisch