Mientras hay problemas con el stock, los supermercados aseguran que la previsibilidad de algunos precios puede mantenerse solo hasta el 10 de diciembre.
La crisis económica que atraviesa Argentina se ha agravado en los últimos meses del año 2023, con una inflación que supera el 60% anual y que afecta especialmente a los productos de la canasta básica. Según un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), los alimentos han aumentado un 52,4% en promedio entre enero y octubre, y se espera que la tendencia se mantenga o se acelere en noviembre y diciembre.
El estudio señala que los productos que más han subido de precio son las carnes, las frutas, las verduras y los lácteos, que son fundamentales para una alimentación saludable y equilibrada. Estos incrementos han impactado de forma negativa en la calidad de vida de los sectores más vulnerables de la población, que ya venían sufriendo los efectos de la pobreza, el desempleo y la precarización laboral.
Inflación en Argentina: pronostican aumentos superiores al 50% en alimentos
El informe también advierte que la inflación en alimentos ha sido mayor que la inflación general, lo que implica una pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los hogares. Esto se traduce en una menor capacidad para acceder a otros bienes y servicios esenciales, como la salud, la educación, el transporte y los servicios públicos.
Ante este escenario, el gobierno nacional ha anunciado una serie de medidas para intentar contener la escalada de precios y aliviar la situación de los sectores más afectados. Entre ellas, se destacan el aumento del salario mínimo, el refuerzo de la tarjeta Alimentar, el congelamiento de las tarifas de gas y electricidad, y el lanzamiento de un plan de precios cuidados para productos navideños.
Sin embargo, desde distintos sectores de la oposición, el empresariado y los organismos internacionales han cuestionado la efectividad de estas medidas y han reclamado un ajuste fiscal más profundo, una mayor apertura comercial y una reforma laboral y previsional. Estas propuestas han generado el rechazo de las organizaciones sociales, sindicales y políticas que defienden los derechos de los trabajadores y los jubilados.
En este contexto, se espera que el año 2024 sea aún más difícil para la economía argentina, con una inflación que podría superar el 70% anual y un crecimiento del producto bruto interno (PBI) cercano al cero. Asimismo, se prevé que el gobierno deba enfrentar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el pago de la deuda externa, lo que podría implicar nuevas exigencias y condicionamientos para el país.