El presidente electo de Argentina, Javier Milei, anunció su plan de adoptar el dólar estadounidense como moneda nacional, reemplazando al peso argentino. Artículo publicado por el diario Financiero más importante del mundo.
El objetivo de Milei es erradicar la inflación rampante que ha afectado a la economía argentina durante décadas, eliminando la moneda nacional devaluada y quitando al banco central el poder de imprimir dinero1.
Según Milei, la inflación es el resultado de la irresponsabilidad fiscal del gobierno, que ha recurrido a la emisión monetaria para cubrir los gastos públicos. La inflación en Argentina alcanzó el 143% en octubre, una de las más altas del mundo, lo que ha erosionado el poder adquisitivo de los ciudadanos y ha generado incertidumbre e inestabilidad.
Milei propone que la dolarización sea una medida transitoria hasta que se pueda crear una nueva moneda nacional respaldada por un patrón oro. El presidente electo asegura que la dolarización traerá beneficios como la estabilidad de precios, el aumento de la confianza y la inversión, y la eliminación del riesgo cambiario.
Sin embargo, la dolarización también implica desafíos y riesgos, como la falta de fondos para realizar el cambio, la pérdida de soberanía monetaria y la dependencia de la política de la Reserva Federal de EE.UU. Además, algunos economistas advierten que la dolarización no resolverá los problemas estructurales de la economía argentina, como el déficit fiscal, el gasto público excesivo y la baja productividad.