Un informe del FMI revela que el país sudamericano debería recortar un 25% su gasto público para lograr la estabilidad de sus finanzas. ¿Qué medidas se podrían tomar y qué consecuencias tendrían?.
¿Cómo se llegaría al equilibrio fiscal en Argentina?
El equilibrio fiscal es la situación en la que los ingresos y los gastos del Estado se igualan, sin generar déficit ni superávit. Es un objetivo deseable para la economía de un país, ya que implica una gestión responsable y sostenible de las finanzas públicas.
Sin embargo, alcanzar el equilibrio fiscal no es una tarea fácil, especialmente en un contexto de crisis económica y social como el que atraviesa Argentina. Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina debería bajar 25% su gasto primario para equilibrar sus cuentas, lo que implicaría un ajuste fiscal de unos 15 puntos del PBI.
¿Qué opciones tiene el gobierno para reducir el gasto público? Algunas de las medidas que se podrían implementar son:
- Reformar el sistema previsional, que representa el mayor gasto corriente del Estado, y que tiene un déficit creciente debido al envejecimiento de la población, la baja tasa de contribución y la indexación de los haberes por inflación.
- Reducir los subsidios a los servicios públicos, que implican una distorsión de precios y una transferencia de recursos a sectores de mayor ingreso. Esto requeriría una política tarifaria gradual y transparente, que contemple la situación social y regional de los usuarios.
- Optimizar la estructura del Estado, eliminando las duplicidades, las ineficiencias y la corrupción en la administración pública. Esto supondría una mejora en la calidad del gasto, que se traduciría en una mayor provisión de bienes y servicios públicos esenciales, como la educación, la salud y la infraestructura.
Estas medidas tendrían un impacto positivo en el equilibrio fiscal, pero también generarían costos sociales y políticos. Por eso, es necesario acompañarlas con una política de ingresos que permita aumentar la recaudación tributaria, sin afectar el crecimiento económico ni la inversión productiva.
¿Qué opciones tiene el gobierno para incrementar los ingresos públicos? Algunas de las medidas que se podrían implementar son:
- Ampliar la base imponible, incorporando a más contribuyentes al sistema tributario formal, y combatiendo la evasión y la elusión fiscal. Esto requeriría una simplificación y modernización de los procedimientos tributarios, que facilite el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales.
- Revisar la estructura tributaria, eliminando las exenciones, las deducciones y los regímenes especiales que generan distorsiones e inequidades en el sistema. Esto supondría una mayor progresividad de los impuestos, que graven más a los sectores de mayor capacidad contributiva.
- Aprovechar las nuevas fuentes de ingresos, como los impuestos digitales, ambientales o al patrimonio, que reflejen los cambios en la economía global y en las preferencias sociales. Esto implicaría una mayor coordinación con otros países, para evitar la doble imposición o la competencia desleal.
- Renegociar la deuda externa, buscando condiciones más favorables para el pago de los intereses y el capital adeudado. Esto requeriría una mayor credibilidad y confianza ante los acreedores internacionales, basada en un plan económico consistente y sostenible.
Estas medidas tendrían un impacto positivo en el equilibrio fiscal, pero también implicarían desafíos técnicos y jurídicos. Por eso, es necesario consensuarlas con los distintos actores sociales y políticos, para lograr una mayor legitimidad y gobernabilidad.
En conclusión, llegar al equilibrio fiscal en Argentina es posible, pero requiere de un esfuerzo colectivo y coordinado entre el gobierno nacional, las provincias, el sector privado y la sociedad civil. Solo así se podrá lograr una estabilidad macroeconómica que favorezca el desarrollo inclusivo y sustentable del país.