Argentina, primera en casos de gripe en el mundo: una crisis sanitaria causada por los recortes del gobierno de Javier Milei.
Argentina, líder mundial en gripe: la salud pública colapsa
Un brote fuera de control en el país que desfinanció la prevención
En medio de un crudo invierno y sin campañas oficiales de vacunación, Argentina se convirtió en el país con más enfermedades gripales del mundo. Así lo advirtió el médico y divulgador Oscar Atienza, quien publicó en sus redes que “Argentina es hoy el país del mundo con mayor cantidad de enfermedades de tipo gripales”, señalando la ausencia total de medidas de prevención y la paralización de la vacunación masiva.
La situación epidemiológica no es solo alarmante por los números, sino por lo que representan: el reflejo de un sistema de salud pública desmantelado por las políticas del gobierno de Javier Milei.
Las cifras del Boletín Epidemiológico Nacional
Un sistema colapsado frente al virus
Entre la semana 1 de 2024 y la 4 de 2025, se notificaron 14.685 casos de influenza a la OMS, posicionando a la Argentina al tope del ránking regional y global. El pico de contagios se registró entre mayo y junio, con circulación predominante del virus A(H3N2), seguido de un rebrote de influenza B Victoria.

El sistema centinela evidenció brotes tempranos en enero y una segunda ola epidémica en invierno. Las cifras superaron los umbrales históricos, revelando que los mecanismos de contención han dejado de funcionar.
Vacunación antigripal: coberturas que no alcanzan
Menos de la mitad de los mayores de 65 años se vacunaron
La gripe estacional puede prevenirse, pero la vacunación alcanzó apenas un 41,97 % en mayores de 65 años, uno de los grupos de mayor riesgo. El personal de salud llegó al 72,77 % y las embarazadas al 70,92 %, cifras muy por debajo de lo recomendado.

La baja cobertura genera un círculo vicioso: más contagios, más hospitalizaciones y más muertes. La comunidad científica coincide en que sin una campaña nacional y sostenida, el impacto seguirá creciendo.
Casos de Gripe: El costo humano de los recortes sanitarios
48 % de recorte presupuestario y 2.000 despidos
Desde que Milei asumió en diciembre de 2023, la salud pública fue una de las principales víctimas de su “motosierra”: se redujo en un 48 % el presupuesto real del Ministerio de Salud, se despidió a más de 2.000 trabajadores y se cerró el programa DADSE, que garantizaba medicamentos esenciales a personas vulnerables.
Las campañas de inmunización quedaron congeladas. La vacuna antigripal no se distribuyó en tiempo ni en forma, y muchos contratos con proveedores no fueron renovados. Sindicatos, sanitaristas y estudiantes ya califican la situación como un “desastre epidemiológico en curso”.
Sin prevención, sin Estado, sin respuesta
Campañas invisibles y un virus que se fortalece
Hasta 2023, las campañas de vacunación eran visibles: spots, puestos móviles y jornadas en plazas. En 2025, nada de eso ocurrió. No hubo difusión oficial, ni partidas publicitarias, ni presencia en medios ni redes del Estado.
El Consejo Federal de Salud reconoció el problema, pero carece de los recursos necesarios para actuar. Mientras tanto, el virus se multiplica y los sectores más vulnerables —niños, ancianos, embarazadas— quedan expuestos.
Consecuencias sociales y económicas
Ausentismo, presión hospitalaria y un invierno incierto
El avance de la gripe no solo colapsa hospitales y salas de guardia: también golpea a la economía. El ausentismo escolar y laboral se dispara, las licencias médicas se multiplican, y la productividad se resiente. La salud pública abandonada se convierte en un costo que pagamos todos.

Conclusión: reconstruir el sistema o naturalizar el desastre
La comunidad científica y sanitaria coincide: sin inversión, sin personal y sin campañas, no hay defensa posible. Reactivar la vacunación, reincorporar profesionales y recomponer la red preventiva es urgente.
De lo contrario, Argentina seguirá encabezando un triste ranking mundial que podría haberse evitado con políticas públicas centradas en la vida y la salud de su pueblo.