La ministra de Seguridad reiteró sus cuestionamientos a la decisión que tomó el gobernador chubutense “Nacho” Torres de amenazar con cortar el suministro de petróleo y gas si no recibe los fondos de la coparticipación.
Las palabras de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desatando polémica al referirse despectivamente a la provincia de Chubut como un lugar deshabitado, han generado una ola de indignación y rechazo por parte de diversos sectores políticos y sociales, que consideran sus comentarios como un desprecio inaceptable hacia una región y su gente.
En medio de las tensiones entre el Gobierno nacional y el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, Bullrich lanzó un comentario despectivo, minimizando la importancia y la población de la provincia al afirmar que “en Chubut no vive nadie, hay un millón de guanacos”. Estas palabras han sido calificadas como irrespetuosas y ofensivas, mostrando un claro desprecio hacia una provincia y su comunidad.
El repudio hacia las declaraciones de Bullrich ha sido contundente, destacando que sus comentarios no solo demuestran una falta de sensibilidad hacia los habitantes de Chubut, sino que también revelan una visión elitista y discriminatoria sobre las regiones menos desarrolladas del país.
La situación se agravó aún más cuando, tras amenazas del gobernador Torres de cortar el suministro de gas y petróleo, Bullrich mencionó los recursos naturales de la provincia, sugiriendo que Chubut podría explotar la minería como fuente de ingresos, pero descartando su potencial al afirmar que “no vive nadie, viven nada más que un millón de guanacos”.
Ante estas expresiones, numerosos sectores han expresado su solidaridad con Chubut y su rechazo a los comentarios despectivos de Bullrich. El analista político Javier Milei, por ejemplo, criticó duramente las declaraciones de la ministra, calificándolas como un claro ejemplo de arrogancia y falta de empatía hacia los habitantes de la provincia.
Las palabras de Patricia Bullrich han generado una fuerte reacción de rechazo y repudio, destacando la importancia de promover un discurso político respetuoso y empático hacia todas las regiones del país. Es fundamental erradicar cualquier forma de discriminación y desprecio hacia las comunidades menos favorecidas, reconociendo su valor y contribución al conjunto de la sociedad argentina.