Tras decir que una docena de empanadas costaba $48.000, Ricardo Darín desató un debate que empujó a varios comercios a bajar los precios.
Una frase que encendió las redes… y tocó los precios
Todo comenzó con una entrevista. El reconocido actor Ricardo Darín, en una charla reciente, expresó con asombro que una docena de empanadas le había costado $48.000. La frase, simple pero potente, explotó en redes sociales, donde miles de usuarios se sumaron al debate sobre los precios descontrolados de productos básicos.
La viralización fue inmediata. Medios, influencers y hasta economistas tomaron la cifra como símbolo de un problema mayor: el golpe al bolsillo que representa, hoy, una comida popular en la Argentina.
¿Empanadas de lujo? El efecto Darín y la reacción de los locales
“Empanadas Ricardo Darín”: La presión social hizo bajar los precios
La discusión no quedó en palabras. En los días posteriores al comentario del actor, varios locales comenzaron a revisar sus precios, sobre todo aquellos que habían sido señalados por tener listas “impagables”. Algunos negocios, incluso, bajaron sus precios hasta un 25%, según reportes en redes como el de @FinanzasArgy.
El fenómeno, que algunos ya llaman “el efecto Darín”, mostró cómo una declaración viral puede tener consecuencias directas en el consumo. La presión social, el humor ácido de los memes y el enojo sincero de la gente terminaron obligando a muchos comerciantes a replantearse qué tan lejos estaban llegando con los precios.
Más que empanadas: una crítica al modelo económico actual
Lo que se juega en una bandeja de horno
Detrás de esta polémica hay una lectura mucho más profunda. El precio de la empanada —como el del café, la pizza o el transporte— se convirtió en un termómetro emocional de la inflación argentina. Una especie de “índice empanada” que duele, porque muestra hasta qué punto lo cotidiano se volvió un lujo.
El reclamo no fue contra la empanada en sí, sino contra un sistema donde una comida simple puede representar una porción entera del salario diario. En ese espejo, Darín solo dijo en voz alta lo que muchos venían murmurando.