Efectos del aumento dE los precios Las subió 15 puntos y quedaron en un equivalente al 11% mensual, es decir, muy rezagadas respecto del ritmo inflacionario; los analistas creen que es una medida inconducente.
Acosado por la carrera alcista que emprendieron en las últimas semanas los dólares libres y el sostenido desarme de plazos fijos en pesos que ayudó a potenciarla, el Banco Central (BCRA) finalmente resolvió ayer elevar en 1500 puntos básicos las tasas pasivas referenciales de la economía –del 118% al 133% nominal anual–, aunque más temprano había trascendido que las había elevado hasta el 145% anual, lo que habría sido una propuesta de algunos miembros del directorio más allegados al ministro y candidato Sergio Massa.
Esto supone rendimientos efectivos anuales, si se mantienen y renuevan las colocaciones por todo un año agregando mes a mes la renta obtenida por intereses, que trepan del 209,4% al 254,8% anual.
Las nuevas tasas regirán desde el martes, e impactan en lo que el BCRA deberá pagarles a los bancos por las letras de liquidez (Leliq) que emite. Esa dinámica, que implica que su deuda pasará a tener un costo promedio de $2,3 billones por mes, obliga a las entidades a trasladar a los ahorristas un rendimiento por sus depósitos a plazo.
Son tasas que mantenía inalteradas desde el lunes posterior a las elecciones primarias, pese a que la devaluación convalidada en esa misma fecha prácticamente duplicó el encarecimiento promedio del costo de vida (saltó del 6,3% de julio al 12,4% en agosto y luego al 12,7% en septiembre). De esta manera, las tasas quedaron otra vez rezagadas con respecto a la inflación, algo que ya había puesto a los depositantes en guardia.
Claro que esa vigilia se transformó en desarmes de las colocaciones a plazo fijo (cayeron 18% en términos reales en los últimos 30 días). Es que el dólar blue aceleró la escalada y hacer negocios con él pasó a rendir más del doble que esos depósitos (hasta 24% si se toma el pico superior a $1000 de días atrás).
El temor ahora pasó a ser que con una tasa de interés negativa y en medio de una corrida hacia el dólar se acelere la salida de depósitos. Es lo que explica la determinación del directorio de la entidad, que ahora dejará en vigencia una tasa nominal mensual del 11%, un número que igualmente se mantiene muy por debajo del nivel que la inflación alcanzó el mes pasado (12,7%).
Según el BCRA, el IPC del 12,7% reportado por el Indec estuvo impulsado “por el arrastre estadístico de la aceleración de precios que tuvo lugar en agosto, luego de la recalibración del tipo de cambio oficial”, dado que los indicadores de alta frecuencia que consulta “continúan reflejando una desaceleración del ritmo de incremento del nivel general de precios desde el pico de la tercera semana de agosto, y sugieren que la inflación mensual mostraría una desaceleración significativa en octubre”.
Con todo, las tasas actuales superan largamente los récords muy próximos al 86% alcanzados en septiembre de 2019 (en el final de la corrida cambiaria que signó la suerte del gobiernode Macri) y hasta dejan atrás los registrados entre marzo y abril del 2002,cuandosecomenzaronaemitir las Letras del Banco Central (Lebac), antecedente de las Leliq.
“En las primeras licitaciones, signadas por el clima de incertidumbre y la demanda por activos dolarizados consecuencia de la fuerte devaluación del peso, fueron por montos bajos con tasas que, en términos efectivos anuales, llegaron a superar el 200%, pero se estabilizaron luego en torno al 50%”, recordó en un trabajo publicado sobre el comportamiento de estos instrumentos de absorción monetaria el economista Jorge Carrera, actual vicepresidente segundo del BCRA.
Los economistas no creen que este nivel de tasas ayude a controlar la corrida. No, al menos hasta que, luego de los comicios del 22, surja algún panorama más definido. “En este contexto, la tasa no mueve el amperímetro. Hay un nivel de incertidumbre tan alto, que la tasa real que habría que poner sería gigantesca, pero podría hasta terminar siendo contraproducente. Más que subir la tasa, lo que se necesita es un horizonte, que haya alguna definición con respecto a qué es lo que pasará después del domingo 22 de octubre”, opinó Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma.
Fernando Baer, asociado de Quantum Finanzas, dijo: “Es inconducente la suba de tasas. En el medio de una corrida sobre los depósitos, es difícil revertir el proceso con unas suba de tasas y nada más. Será bueno para algunos, pero la dinámica de crecimiento de las Leliq más la tasa de interés genera más distorsiones”. Y agregó: “En el corto plazo, es marginal la suba en el costo en términos monetarios, pero es un costo mayor para el próximo gobierno cuando se decida a resolver el exceso de dinero”