Juan Román Riquelme se convirtió en el nuevo presidente de Boca Juniors tras una aplastante victoria en las elecciones de este domingo, en las que venció a Mauricio Macri por más de 25 puntos de diferencia.
La fórmula de Riquelme, junto a Jorge Ameal, obtuvo el 64,9% de los votos, mientras que la de Macri, con Andrés Ibarra como candidato a presidente, se quedó con el 35,1%.
La victoria de Riquelme, ídolo máximo de Boca, supone un triunfo para la oposición y un revés para Macri, expresidente de Argentina y líder del partido PRO.
Riquelme también supo aprovechar su popularidad entre los hinchas de Boca, que lo consideran como uno de los mejores jugadores de la historia del club. El ídolo xeneize prometió un cambio en la forma de administrar el club, con un enfoque más cercano a los socios y más comprometido con la grandeza de Boca.
Los desafíos de Riquelme
El nuevo presidente de Boca tendrá ante sí una serie de desafíos, entre los que se encuentran:
- Recuperar la confianza de los socios, que se vieron divididos durante la presidencia de Macri.
- Llevar a Boca a lo más alto del fútbol argentino y sudamericano.
- Reconciliar a las diferentes facciones que componen el club.
Riquelme tendrá que demostrar que tiene la capacidad para afrontar estos desafíos y devolverle la grandeza a Boca.
Los posibles cambios de Riquelme
Riquelme ya ha adelantado que planea realizar una serie de cambios en la estructura del club, con el objetivo de mejorar su funcionamiento y su rendimiento deportivo. Entre los cambios más probables se encuentran:
- La creación de una nueva comisión directiva, con más miembros independientes y cercanos a Riquelme.
- La contratación de un nuevo entrenador, con un perfil más ganador.
- La renovación del plantel, con la incorporación de nuevos jugadores jóvenes y talentosos.
Estos cambios podrían suponer una revolución en el club, y podrían dar lugar a un nuevo ciclo de éxitos para Boca.